miércoles, 19 de octubre de 2011

Proyecto para diferir el vencimiento de deudas de las provincias

El senador nacional Pablo Verani presentó un proyecto de ley para que se prorrogue el vencimiento de las deudas reprogramadas entre el Estado Nacional y las provincias.

El proyecto fue presentado en el Senado de la Nación, en donde se plantea diferir los pagos de deudas de las provincias con vencimiento en 2012.
Sostuvo que “no se trata de un pedido a modo de favor, se trata de un acto de justicia”.

Recordó el senador rionegrino que se viene dando una situación de completa desigualdad en el manejo de la deuda entre la Nación y las provincias.

“El “éxito” de la política económica nacional pareciera asentarse en varios pilares, entre ellos la posibilidad concreta que tuvo de diferir y reacomodar el pago de la deuda pública. Pero mientras la Nación logró un esquema de refinanciación muy importante para su pasivo, las provincias quedaron rehenes de una situación permanente de negociación, firmas de acuerdos, ayudas casi a modo de súplica, y sometidas a la voluntad del gobierno central” señaló.

Resaltó que el proyecto presentado viene a buscar una solución transitoria al grave problema estructural que afrontan los estados provinciales, en un contexto de desigualdad en la asignación de recursos, y con el peso de la deuda que genera aún más incertidumbre sobre el futuro de las finanzas provinciales.

Es por ello que insistirá además para que de una vez por todas se avance en la discusión por un nuevo esquema de reparto de los recursos entre las provincias y la Nación. “Es inadmisible la postergación flagrante, por casi 15 años, de la discusión de un nuevo esquema de coparticipación federal, lo que ha erosionado en forma significativa la independencia económica de las provincias, y ha puesto en jaque al federalismo en nuestro país” sostuvo.

El proyecto estipula diferir al 31 de diciembre de 2012 el plazo de gracia para el pago de intereses y de la amortización de capital del saldo de la deuda provincial.

También extender al mes de enero de 2013 el plazo de cancelación de las amortizaciones del capital que fueran calculadas en función de lo establecido en el Decreto 660/2010. Esa norma es la que reglamenta el Programa Federal de Desendeudamiento, que rubricaron las provincias y el Estado nacional.

El artículo 5 del proyecto de Verani postula extender el plazo de capitalización mensual de intereses hasta el 31 de diciembre de 2012, en tanto que el primer vencimiento operará en el mes de enero de 2013 manteniéndose la tasa de interés aplicable del seis por ciento (6%) nominal anual.

Sostuvo Verani que se hace imperioso encontrar un mecanismo para diferir las deudas de las provincias, en un contexto económico sumamente difícil y en donde los Estados provinciales deben hacer frente a un panorama de escasez de recursos.

El proyecto presentado lleva el número 2538/11, y se espera su tratamiento en breve en las comisiones respectivas del Senado.

viernes, 14 de octubre de 2011

Propuesta para diferir vencimientos de deuda de las provincias

El senador nacional Pablo Verani presentará un proyecto en el Senado de la Nación, para que las deudas de las provincias puedan acceder a un nuevo esquema de refinanciación.El senador rionegrino anticipó que se apunta a lograr como medida una prórroga en la vigencia de las actuales condiciones de refinanciación de deudas de las provincias con la Nación. Se trata de aquellas jurisdicciones provinciales incluidas en el Programa Federal de Desendeudamiento de las Provincias Argentinas, creado por el Decreto 660/2010.
En el proyecto a presentar se destaca la disposición para extender hasta el 31 de diciembre de 2012 el plazo de gracia para el pago de intereses y de la amortización de capital del saldo de la deuda provincial, reprogramada por el Ministerio de Economía y Finanzas Publicas en virtud de lo dispuesto por el Decreto en cuestión.Resaltó Verani que viene bregando desde su banca por un mejor tratamiento a la situación de endeudamiento que padecen los estados provinciales, y en la relación fiscal con el Estado Nacional.
Teniendo en cuenta que el año próximo surge como conflictivo para varios estados provinciales en cuanto a que vencen compromisos de su deuda pública, y en un contexto general que se avizora como complicado para el cumplimiento de esos vencimientos, es que se planteó la necesidad de encontrar mecanismos de ayuda a las finanzas de las provincias.El proyecto a ser presentado en el Senado propondrá extender hasta enero de 2013 el plazo de gracia para el pago de intereses y amortización de capital del saldo de la deuda provincial reprogramada por el Ministerio de Economía de la Nación.

viernes, 7 de octubre de 2011

Un Presupuesto disfrazado

Artículo de opinión publicado en el diario Rio Negro, viernes 7 de octubre de 2011.

El Gobierno reconoció en su proyecto de Presupuesto que este año finalizará con un déficit fiscal de 11.000 millones de pesos. Lo sorprendente es que, lejos de formular medidas correctivas para subsanar este desfasaje, plantea, como “por arte de magia”, un superávit fiscal de 1.450 millones de pesos para 2012.
Estas medidas correctivas serían, por caso, la adecuación de subsidios del Estado de forma progresiva, es decir, evitando subsidiar a las clases de mayores recursos, o introduciendo medidas que promuevan una mayor transparencia y control en el uso de fondos públicos (¿alguien se acuerda del caso Shocklender?).
Según los cálculos oficiales, llegaremos a este resultado en el balance de las cuentas públicas, mediando un aumento de remuneraciones (17,7%), jubilaciones y pensiones (22.1%) y servicio de la deuda pública (24,4%), gracias a una fuerte expansión de la recaudación impositiva (23%) fundamentada en retenciones a las exportaciones, el IVA y el impuesto a las ganancias durante el año próximo.
En otros términos, los pilares de este pronóstico son una réplica de los anteriores, una economía en sostenido crecimiento y un vigoroso desempeño del sector externo. En particular, según el proyecto de Ley presentado la semana pasada por el ministro Boudou al Congreso, la economía crecerá en 2012 un 5.1%.
El problema es que no se explican los fundamentos que respalden tal aspecto, y lo que es más preocupante aún, no se hace mención alguna sobre los importantes cambios que vienen produciéndose en el escenario internacional (crisis financiera en Europa, reciente devaluación del Real) y su eventual repercusión en nuestra economía.
Para justificar este escenario, el Gobierno apela a otros supuestos macroeconómicos clave. Por ejemplo, una inflación anual controlada (de un sólo dígito) y un tipo de cambio estable. La inflación anual promedio para el año entrante será, según el flamante proyecto de presupuesto, de 9,2%. Guarismo que un INDEC impregnado de subjetividad atada a los intereses del gobierno y desprovisto de cualquier prestigio técnico se encargará seguramente de “medir”, pero que no resiste el menor test en la góndola de cualquier supermercado, de Ushuaia a la Quiaca.
Por su parte, el proyecto indica que el tipo de cambio se devaluará (en promedio) en 2012 sólo un 7%, alcanzando 4,40 pesos por dólar a fines de 2012. Sería muy saludable recordar a mis colegas senadores y a los diputados a cargo de la aprobación de este presupuesto que, faltando aún tres meses para que comience dicho año, el dólar cotiza a 4,23 pesos en el mercado oficial, y se está vendiendo a 4,60 pesos en el mercado paralelo. Sólo mirando los diarios o visitando una casa de cambios es posible cotejar las diferencias.
Hay que tener en cuenta además que el proyecto de presupuesto planea el uso de US$ 5.674 millones de reservas internacionales del BCRA para la cancelación de deuda pública. Si conjugamos el efecto de esta autorización del uso de reservas con este fin, con otros dos efectos —por cierto no considerados por el presupuesto 2012—, en particular, la creciente fuga de capitales (divisas generadas en el país) al exterior, por la incertidumbre económica y la falta de seguridad jurídica imperante en el país, y la tendencia (también creciente) del pequeño y mediano ahorrista a comprar dólares para huir de la inflación, seguramente las expectativas de cotización de la divisa estadounidense para fines de 2012 se ubicarán bastante por encima de los 4,40 pesos por dólar que estima el presupuesto enviado al parlamento por el Gobierno. Y todo esto suponiendo en un escenario “inercial”, es decir, sin bruscos cambios en el frente externo.
La tendencia a “disfrazar” el presupuesto del Gobierno Nacional, convirtiéndolo en una herramienta de política económica afín a los intereses del Gobierno de turno, ha sido una práctica usual en la Argentina y en varios otros países latinoamericanos.
En nuestro país, por ejemplo, pasamos de tener presupuestos “optimistas” en la época de la Convertibilidad, que escondían la verdadera situación financiera del Estado para justificar pretensiones desmedidas de endeudamiento, a presupuestos supuestamente “cautos” o “prudentes”, característicos de la época Kirchnerista, que subestimaban el crecimiento real de la economía y la recaudación tributaria con el fin (solapado) de otorgar al Gobierno una masa considerable de fondos públicos para ser utilizados en forma discrecional (sin ningún tipo de control parlamentario).
A diferencia de años anteriores, aparecen de cara al 2012 muchas más dudas sobre cuál será el escenario económico con el que nos vamos a encontrar los argentinos. Lo que sí sabemos es que el presupuesto que presentó el Gobierno al parlamento es otra vez una herramienta de fuerte sesgo político, plagado de subjetividades, y que dista de proporcionar un marco de referencia adecuado para el manejo de las finanzas públicas, en un contexto caracterizado por inocultables y crecientes distorsiones económicas en el frente interno, y por una elevada incertidumbre en el frente internacional.

Esperemos todos, por el bien del país, que la bonanza económica derivada del boom de las materias primas continúe por mucho tiempo más, y que sea de una magnitud suficiente para compensar tanta imprevisibilidad y falta de realismo por parte de quienes nos Gobiernan.

Pablo Verani
Senador nacional
Provincia de Rio Negro