El senador Nacional Pablo Verani sostuvo que “mientras el Estado nacional destina más de 900 millones de pesos para financiar el fútbol de primera división, en el llamado “interior” el fútbol se muere.
Fundamentó Verani que “si el fútbol es para todos, tiene que ser para todos los argentinos, incluyendo los torneos de las divisiones menores, en donde la falta de financiamiento pone a los clubes al borde de su colapso”.
Resaltó en este sentido la reciente exposición realizada por sus pares del bloque de la UCR en el Senado, en donde se puso en relieve el direccionamiento de un importante caudal de fondos del Estado nacional para sostener el fútbol de primera división.Respecto a la necesidad de federalizar recursos, puso como ejemplo la situación del torneo Argentino A, que es uno de los torneos más federales. Cuenta con la participación de clubes de todo el país. Concretamente, de 12 provincias.El financiamiento de este torneo es el principal problema que deben afrontar los clubes, en su mayoría de localidades medianas.El Consejo Federal de Fútbol, organismo representativo creado al interior de la Asociación del Fútbol Argentino, define el financiamiento que se aporta desde esa entidad a los clubes del llamado “interior”.Existe una evidente discriminación en esa asignación de recursos, sostuvo Verani, señalando que “mientras que para un club del torneo de la B Metropolitana, la AFA asignaría un aporte de 130.000 pesos mensuales, para un club del torneo Argentino A se disponen sólo 23.000 pesos mensuales.
El principal problema de financiamiento de los clubes que disputan por caso el Argentino A es el de costear el transporte de las delegaciones.En el caso del club rionegrino Cipolletti, que participa en el Argentino A, sólo en el próximo torneo deberá transitar una distancia total de 65.000 kilómetros para cumplir con las diferentes fechas. Sus rivales estan a largas distancias en diferentes provincias.
Sólo en transporte, un club de una ciudad mediana como Cipolletti deberá contar con alrededor de 700.000 pesos para cumplir con el traslado de su delegación durante todo el torneo.
Se ha mencionado incluso que a criterio de directivos de la AFA, el torneo Argentino A y otros como el Argentino B son torneos "amateurs". La realidad indica que en cada una de estas categorías, los clubes deben hacer enormes esfuerzos para poder participar de los torneos, buscando la contratación de jugadores que insumen un importante caudal de recursos en pos de mejorar la competitividad. Y también buscando asegurar mediante el sponsoreo de empresas regionales o instituciones la logística que supone movilizarse en distancias que nunca son cortas.
Por ejemplo, y siguiendo con el caso del club Cipolletti, el rival más cercano a donde tiene que viajar para jugar está en Bahia Blanca, a más de 500 kilómetros distancia. El más lejano, Puerto Madryn, en la provincia de Chubut.En el Argentino B, se da el caso de otro club rionegrino como Deportivo Roca, que el pasado torneo tuvo que costear el viaje hasta Rio Gallegos, a más de 1.500 kilómetros, para jugar con uno de los rivales de su grupo. Lo mismo ocurrirá esta temporada.
Los clubes de la B Metropolitana juegan en la ciudad autónoma de Buenos Aires principalmente. El rival más lejano está en la ciudad de Junín, a 120 kilómetros de la capital.
“Debe tenerse en cuenta otro aspecto significativo, y es que los clubes que intentan participar en los torneos federales, son en su mayoría instituciones que son EL club de la ciudad. Clubes con historia, que cumplen una importante función social, donde no sólo el fútbol les da vida” señaló el senador rionegrino, quien, vale recordar, en la provincia de Rio Negro fue presidente y uno de los fundadores del club Deportivo Roca en la década del 70.
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